21.10.11

El pensamiento de un suicida:

Ya no puedo más, me encuentro en un callejón sin salida, un mundo doloroso, ¿porque respirar?, ¿porque seguir adelante?, ya hallé una solución para concluir con mi vida, todos los consejos son los mismos, quédate por tu familia, permanece porque descubrirás cosas que te hagan reír, subsiste porque puedes ser feliz. Todas estas almas que comentan son unos egoístas, expresan que debemos quedarnos aquí sufriendo por lo demás, pero la pregunta es: ¿Los demás cavilan en nosotros?, todos los individuos intentan destruirnos, esto es una vida de competencia, aunque suene ridículo siempre estamos competiendo por un puesto en el mundo laboral, por un lugar en las oposiciones, el lema de no pelear, es falso, como lo es la vida en sí misma.

   Pensar en decir adiós me duele, pero me es más doloroso ligarme a la vida sin sentido, engañándome a mi misma que mañana será mejor, porque nunca es mejor, si no peor, las ambiciones desaparecen, las ganas de encontrar soluciones se marchitan como una flor deseca.  Empiezo a mirar páginas que me ayuden a quitarme la vida de forma rápida e indolora. Poseo más preguntas, ¿Si puedo cerrar este capitulo de mi vida, por qué no hacerlo? , puedo y quiero acabar con mi sufrimiento. Esta sociedad es hipócrita cultivamos nosotros mismo el dolor, el odio hacia nuestros rivales, entonces no entiendo porque debo quererme, si en sí la sociedad nos enseña su agresividad en todos los lugares, fomentan violencia en la televisión, el los juegos, en los ordenadores...

   No necesito con quién hablar de esto, ya que todos me dirían lo mismo, nadie me comprendería, solo los que de verdad se siente como yo, podrían ayudarme sin importarle los demás. Ahora entiendo eso de que cuando alguien se suicida les colocan el mote de “están locos”, sencillamente no encuentran una razón para aferrarse a la vida, solo piensan que no quieren ir para atrás, así hacen más daño a los que están a su alrededor.

   No tengo calma, descanso, deseos, ni encuentro oportunidades, no quiero agarrarme a la existencia, ya que ella no es mi aliada, solo es una parte en la que me encuentro, no converso con nadie porque no puedo, no expongo nada porque cavilaría que no es cierto, que no lo haría, creo ser capaz de hacerlo, pero asumo el miedo a quedarme mal. Un día cuando discutía con mi ex pareja, decidí acabar con mi vida rápido, sin saber cómo, cogí un cuchillo lloré muchísimo y lo intenté, para mi decepción casi me corto mal las venas. Ya poseo los conocimientos, ahora ¿que es lo que me retiene hacerlo?, siempre buscaba una excusa, como por ejemplo: no veré crecer a mi hermano, eran  pretextos, aunque a la misma vez me daba cuenta que realmente era un motivo para ligarme a la vida, aun así sigo sin querer subsistir más aquí, ya no puedo más.

   Que nos queda después de muertos, un recuerdo que con el tiempo se borra, un silencio con un ambiente doloroso, y pena. Huir de esto no es tan fácil, llorar si lo es, lamentarse es como clavar más un cuchillo donde se encuentra la herida. Los días pasaran, ese sentimiento seguirá sin dejarte respirar, te ahogas, te sofocas, sin salida te vez, embaucada en una sombra de tiempo, solo es un espejismo de lo que eres, de lo que desconocías que existía.

   Llegas a creerte que puedes, te autoconvences a ti misma, pero de pronto alguien aparece, te intentan sacar de esa gran espiral a la que te sometes, ya no eres la misma, y te preguntas.

   ¿Vale la pena?, ¿Soy la misma? ¿Por qué permanecer aquí?

   Muchas respuestas recorren mi mente, todas conlleva a la misma solución, el suicidio, podré volver a sentirme amada, podré volver a sentir que mi vida tiene sentido, no siento el triunfo. Ni la persona que convive conmigo sabe de esto, pero su amor, no es amor, es dolor, es rencor por cosas que le persiguen desde el pasado, ya no soy la misma, quiero agonizar, para vivir después.¿Quién seré más adelante?, dime cruel vida, ¿tengo alguna posibilidad de ser feliz?, ¿por qué engancharme a un momento?, la egolatría no es la respuesta que necesito, ya que no lo soy, habrá alguna solución para encontrar esa sensación llamada Bienestar.

   Veo como el mar se acerca a mis pies, las olas son inmensas, el frío congela mi respiración, no encuentro tranquilidad, si no dolencia.  Al rato siento un escalofrío será una presencia advirtiéndome que no lo haga, ¡eso no puede ser!, es mi imaginación, huelo el miedo, estoy aterrada. Busco soluciones en recuerdos pasados, algo que me amarre a la tierra, instantes, pero nada borra esta gran presión, digo adiós, doy el paso lo hago, mi ultimo recuerdo se lo dedique a mi hermano, y el último suspiro fue porque ya no sufriré más.

   Una gran razón tenía, que era mayor que el daño, tenía algo como la (Familia), tenía que vivir por ellos, porque ellos habían luchado por mi vida, ahora me tocaba mantenerme viva ,aunque sea sufriendo.
  
   Aun me pregunto si puedo ser feliz, si un aroma es suficiente, si el cálido placer de la supervivencia me mantendría viva por dentro, seré más fuerte después de esto, escribir ayuda, pero no enmienda nada.

   Dejarlo o seguir, son mis preguntas, cobardía tal vez, ¡Dios! me estoy volviendo loca, ¿necesito ayuda? , no, yo sola puedo enfrentarme a estas sensaciones, pierdo mi gran amor, pierdo mis estudios, pierdo la dignidad de poder sobrevivir, se suman las listas de odiados a mi vida, que hacer sin dañar.

  ya que puedo ofrecerle al mundo una manera de ser más feliz. Debo conservarme con vida, puesto que encuentro soluciones a todas esas preguntas que en mí, eran incógnitas, estoy segura que podré ser feliz, que lo seré, me limito a esperar, todo llega en el momento preciso, ni antes ni después. 

   Huir no me servirá para nada, humildemente sería un acto de cobardía, en esta subsistencia todo se supera menos la muerte.  Pienso que poseo algo por lo que vivir, ahí obtengo una razón, lo que me pasa es que estoy tan concentrada en alcanzar lo que me falta, que me he olvidado de lo que ya tengo. A veces no me fijo muy bien, pero merece vivir, por esas pequeñas cosas que satisfacen como por ejemplo: ver un atardecer,  ir descalza por la playa,  observar la sonrisa de un niño, tener el honor de escuchar una melodía, por los demás, por mí. Me hago otra pregunta, ¿merece la pena morir?, por todo aquello que pudiera merecer la pena morir, es por lo que merece la pena vivir. Consejo: la vida es lo que tú quieres que sea, lucha por tus sueños y persigue tu propia prosperidad.




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