Un día más, la nostalgia me golpea como una racha de viento que no me deja respirar, los recuerdos me zarandea durante todo el día, sin dejar que mi mente se ocupe de las tareas cotidianas. Los sueños se desvanecieron, las metas se dificultan, intento ver la realidad con claridad, convivir con todas esas cosas que te llegan inesperadas, pero me mantengo viva, dispuesta a luchar. Alguien muy especial me dijo que la vida en sí, es un regalo, que es maravillosa, y quienes fallamos somos nosotros, por lo tanto lo que debemos hacer, no es mortificarnos por el hecho de fallar, sino reconocer que hemos fallado y buscar la solución. Simplemente debemos dejarnos ayudar, tampoco es nada malo pedir ayuda, siempre y cuando esa ayuda sea la adecuada. Sus palabras me llego al corazón con una pizca de esperanza, de ilusión, pensé en todas esas cosas que no me dejaban seguir con mi vida. En realidad muchas preguntas me sacuden, todas ellas ya obtienen respuestas, hago caso con aceptar la realidad, pero no dejo de rumiar todas esas cosas que un día me dieron la felicidad, el amor y la sabiduría de una inexperta.
El silencio retumba en las paredes, cada cosa que hago va escoltada de una mala sensación en el estómago, los días pasan, y las ofertas para volver a comenzar me caen como gotas de lluvias, pero no quiero comenzar sin dejar atrás todo el pasado. Estoy pasando por una senda negra como una noche eterna que niega a nuestros ojos la luz de un sol para dos almas que están cansadas de vivir entre oscuridad, penumbra, silencio y soledad.
He descubierto que el corazón con miedo comienza a latir con fuerza, deseoso de volver a latir, al compás del sonido armónico del latir de un corazón enamorado. Hacia muchos años que no escribía nada, en algún momento olvide como hacerlo, pero hoy en especial tengo una imperiosa necesidad de sacar de alguna forma lo que pasa por mi mente. Sé que todo lo que he escrito en el pasado era cierto, es difícil sacar ciertos recuerdos que conviven conmigo, pero es muy necesario que lo haga ya, es difícil adaptarse a ciertos cambios pero nada es imposible. Poco a poco voy comprendiendo que tu no eres para mi, que soy especial pero no lo suficiente, que todo el amor que te tengo tendré que enterrarlo en algún lugar donde ni yo misma lo encuentre, porque si lo encontrara seria volverte amar. Poco a poco me voy resignando a mirarme con menos frialdad, pero lo que me consuela en este mundo es que en alguna parte esta mi otra mitad.
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