Un mundo distinto al que yo soñaba, esperaba con muchas ansias, sin tener en cuenta que tal vez ese sueño era elevado, sacrificios estaba dispuesta hacer, sin interesarme nada, ni nadie.
La felicidad quería formar parte de mi vida, pero no la dejaba entrar por desconfianza, por lo tanto una idea equivocada era el inconveniente, ¿que eran esas emociones que se interponían en mi mente constantemente?, inquietudes, amor, soledad, no sé…
Me siento para observar, no encuentro respuestas, las personas se ven ajetreadas, malhumoradas, tal vez la crisis les afecten, ¿pero tanta agresividad es normal?, será la frustración de no encontrar una salida para sus vidas.
A lo mejor jamás hallaré la respuesta, pero poseo un camino largo por recorrer, no permaneceré sentada, debo empezar hacer más optimista, cavilar a lo grande. Constantemente he confiado en que las cosas optiman con el tiempo, no declinan, esos impedimentos te ayudan a encontrar la razón.
Rasgueo sin cesar, sin impulso, sin argumento del que hablar, naturalmente escribo porque me apetece, ya que quiero deleitar mis palabras en un trozo de papel, sin atañerme las opiniones negativas o positivas. Pretendo vivir intensamente un amor, una experiencia, una amistad, claramente quiero llegar hasta el final de mi historia, la espero deseosa para hallar respuestas, mi mundo es perfecto me gusta tal y como es, puedo mejorar cosas, pero no quiero porque soy feliz, tal como es.
La única finalidad a la que intento aferrarme, es esa meramente la felicidad, quiero vivir cada momento como el último, concebir conmociones de dicha, el ahogo llegará porque nada es bello, aunque tampoco lo pretendo, ya que con el deterioro todo es más bello, divertido, y anécdotas surgen gracias a una dificultad. Nada me impedirá vivir, quiero conservar el equilibrio, ayudar a fortalecer la esperanza para progresar, os aconsejo que deis a la gente que amáis más de lo que esperan de ti, y hazlo sonriendo, sin esperar nada a cambio.
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